permite gestionar de manera adecuada la seguridad de la información institucional, a fin de hacer frente a amenazas de ataque o intromisión, error, actos fortuitos (inundación, incendio, etc.), entre otros.
tiene entre sus tareas:
Reunir los procesos para gestionar de forma eficiente la accesibilidad de la información institucional.
Asegurar la confidencialidad, la integridad y la disponibilidad de los activos de información, es decir, los recursos de información con los que laboramos.
Minimizar riesgos de seguridad de la información para lograr el cumplimiento de nuestras funciones y metas.


